Revisión de las transmisiones

Junta homocinética

Juntas homocinéticas

Las transmisiones son aquellas partes del vehículo que trasladan el movimiento de la caja de cambios hasta las ruedas motrices y consta de una barra principal de transmisión, también llamado palier en cuyos extremos existen dos juntas homocinéticas, que básicamente son unas crucetas de bolas que permiten el giro de transmisión y dirección de las ruedas motrices.

Como las juntas homocinéticas son piezas mecánicas sometidas a mucho desgaste y tensión tienen que estar perfectamente lubricadas con una grasa especial. Para que esta grasa no se salga de la junta homocinética está recubierta por un fuelle de goma.

La más común (95%) de las averías en las transmisiones es que el fuelle de goma se rompa.
Las causas más comunes son debillo a piedrecillas que saltan de la carretera a ese fuelle o bien al aparcar el vehículo con la dirección completamente girada, de esta forma el fuelle permanece en tensión y acaba cediendo originando su desgaste y rotura.

Si la rotura del fuelle se detecta a tiempo, la avería se soluciona con facilidad sustituyendo el fuelle, pero si llevas varios kilómetros con el fuelle roto y la grasa ha dejado de lubricar, entra polvo y suciedad a la junta homocinética y comienzan a aparecer las holguras. Lo notarás cuando al girar el volante tanto marcha atrás como marcha adelante hace un típico “clac clac clac”.

Los problemas con la transmisión del vehículo pueden generarse por un gran número de factores. Los problemas que se originan pueden dejarte parado en la ruta. Un mantenimiento adecuado de la transmisión es el primer paso para evitar los problemas y las fallas mecánicas. Ser observador del manejo del vehículo e inspeccionar si hay fugas de líquido a menudo te ayuda a evitar un problema antes de que se vuelva serio y costoso